¡Hola, reyes y reinas! ¿Cómo estáis? Hoy vengo muy contenta porque este mes he encontrado otro ¡best book! que reseñar. Para empezar, el libro ha sido una lectura conjunta que forma parte del club 'Las Lunas del Reino' (aquí), una iniciativa nacida aquí en mi casita. Por esta razón, este mes veréis un puñado de reseñas de 'En El Punto de Mira', pero creedme, es mejor no perder de vista a libros tan potentes como éstos.

Banner diseñado por La Reina Lectora para promocionar la lectura conjunta.

He elegido este libro como la mejor lectura del mes porque tiene un nivel adictivo muy alto, y porque el trabajo de documentación que hay detrás del mismo es muy minucioso. Pero no quiero adelantarme a la reseña. Simplemente me gustaría apuntar que entre los 27 participantes de esta lectura conjunta, aún no hay nadie que no haya disfrutado de la misma. ¡Por algo será!



¿Por qué decidí leer 'En El Punto De Mira'? No soy una gran lectora del género policiaco, pero me gustaba cómo estaba planteado este libro. En primer lugar, quien empuña el arma es una tía, y sinceramente, los prototipos de chicas fuertes y guerreras se suelen echar en falta en la literatura. Por otro lado, de fondo tenemos una ciudad impresionante que pretende que olvidemos las típicas series americanas de detectives y asesinos. Literatura que se desarrolla en Europa versus efectos especiales americanos. Touchdown para nosotros.

¿Cómo es la lectura de 'En El Punto De Mira'? Ya sabéis que me gusta. Mucho. Y que lo considero el mejor libro que he leído en noviembre. Partiendo de esta base, os dejo mis propias conclusiones.

FanArt de La Reina Lectora
Nuestra autora juega con tres piezas en el tablero: el inspector que quiere cazar a su presa sea como sea, la francotiradora y su propio sentido de la justicia y un hacker que mantiene a ambos bandos separados gracias a su capacidad para ocultar pruebas. Matizo. El inspector, Daniel, es el típico poli bueno, ex-fumador (el tabaco da mucho juego en trabajos estresantes), absorbido por su trabajo y solitario que, por supuesto, está buenísimo. El hacker, Jaison, es compañero de la francotiradora, y posiblemente sea el mejor en su rama. También está buenísimo, y su actitud es más desenfadada que la de Jaison. La francotiradora, Kat, es una pelirroja con pecas capaz de modular sus emociones y disparar a sangre fría a aquellos objetivos bien remunerados. Pero, ¿lo hará sólo por el dinero? Aquí están las fichas, y si leéis el libro, descubriréis los movimientos. Pero os aseguro que la autora mueve y cruza muy bien a cada personaje, introduciendo algunos secundarios que también darán mucho juego.

Para mí ha sido un giro de tuerca en el esquema del perseguidor y el perseguido, pues éstos se tocan, se rozan, pero parecen no encontrarse nunca. Además, la perseguida (Kat) tiene también su propia cacería para ejecutar a sus víctimas y terminar con el trabajo cuanto antes. Como podéis suponer, con este planteamiento el ritmo de la lectura te vuelve insomne. Cada capítulo te lleva al siguiente casi sin darte cuenta, y esto lo convierte en una lectura no recomendada como nocturna, sobre todo si necesitas madrugar a la mañana siguiente. 

Esta novela es importante principalmente porque rompe clichés masculinos donde el hombre es el único que está preparado para sostener un arma. Aquí la protagonista y francotiradora es una mujer fuerte e independiente, que podría volarnos los sesos sin pestañear. De hecho, subrayo esto porque a lo largo de la obra podemos ver cómo los mismos protagonistas están errando continuamente por tener en mente un asesino del género masculino. También me gustaría aplaudir la historia de amor que se desarrolla entre sus páginas, pues no es exagerada, ni empalagosa, sino un fino cristal que pende de un hilo y que dará a sus personajes tanta alegrías como disgustos. ¿Y es que puede una asesina mezclar el amor y el trabajo?

FanArt realizado por La Reina Lectora
Por otro lado, el trabajo de documentación que hay detrás de la novela debe ser muy exhaustivo (eso, o que nuestra autora lleva una doble vida que no ha contado a nadie). Todo encaja al milímetro y obviamente, se necesita como mínimo cierta jerga y conocimiento del sector policial, armamentístico e informático para desarrollar esta trama. Mis felicitaciones, Arantxa, por esta obra de arte que has hecho en cuanto a investigación previa. Algo que también me gusta mucho en la construcción de una novela, es que no sepamos de golpe la vida y pasado de nuestros protagonistas, así como el por qué de sus actos. La autora nos lo va condurando para descubrirlo con el transcurrir de las páginas. 

El final ha sido justo, para qué negarlo. Las incógnitas se resuelven con lágrimas, sangre, disparos y frustración como si de un guión cinematográfico se tratase. Y aunque Arantxa ha querido que este libro se autoconclusivo, podemos intuir una puerta entre abierta, un pequeño resquicio por el que  pasaríamos todos sus lectores sin pensárnoslo. Nos encantaría volver a leerte, Arantxa. 

En resumen, ¡subidón de adrenalina! Te entran ganas de convertirte en un hacker, un francotirador, un inspector o incluso un multimillonario que posiblemente la va a palmar sólo para vivir dentro de esta historia. Y por Deus, si una editorial no se fija en este libro, ¡que lo haga un director de cine! *Desde el club estamos llevando nuestra propia campaña y puedes unirte usando el hashtag #PuntoDeMiraEDitorial*



¿Volverías a leer algo de Arantxa Rufo? Claro que sí. Todos los participantes del club de lectura (aquí) hemos quedado muy contentos y hemos terminado este libro en lo que dura un parpadeo. Además nos lo hemos pasado chachi piruleta compartiendo fotos e impresiones por Twitter con el hashtag #LCPuntoDeMira. Os dejo aquí mi propia foto y os invito a leer otras reseñas de mis compañeros. 


Otras reseñas: 


Gracias por leer hasta el final.