Hoy estamos frenéticos en la Corte. Todos los habitantes del Reino han venido a palacio para disfrutar de la Biblioteca Real en el Día del Libro. La Reina siempre ha querido tener una biblioteca parecida a la de la Bestia, pero todavía nos queda un largo trecho. En cualquier caso, las estanterías son altas y hay libros para todos. Y entre el murmullo de la buena gente que está hoy compartiendo este día con nosotros (¡únete al hilo de recomendaciones aquí! ¡Vota en los test aquí y aquí! Incluso agrégame a Facebook aquí), hemos escuchado el lejano sonido de un laúd. La Reina, extrañada, se ha acercado a sus ayudantes y les ha preguntado si es que acaso, alguien ha contratado un juglar. Todos han negado con la cabeza. Por tanto, con una fuerte intuición palpitando en su corazón, se ha dirigido a la Sala de Espejos. ¿Será un nuevo visitante?


La Sala de Espejos estaba iluminada por el sol de mediodía. La Reina lanzó un rápido saludo al resto de escritores que se hallan en ellos (aquí) y se acercó al espejo que más brillaba de todos. Dentro de el, unos ojos verdes la observaban, ojos verdes como la ninfa de aquella leyenda de Bécquer. Pero al contrario que ésta, la mujer del espejo empezó a reflejarse sin pretensión maligna, mientras sus dedos rozaban las cuerdas del laúd que portaba. ¡Ella era el juglar! Más bien, ella es la autora, que con sus música de letras, hoy visita nuestro reino. ¡Bienvenida, M. A.! Espero que hagas de este tu hogar.


M. A. Álvarez es escritora de dos novelas, El Rostro en el Laúd y Casos Descartados, pero también de un amplio abanico de relatos y microrrelatos. Os invito a conocerla a través de esta entrevista.

Mis géneros favoritos tanto para leer como para escribir son: el terror, el humor, el suspense y el fantástico. En base a esto recomendaría los siguientes títulos:

-El gato negro y otros relatos, de Edgar Allan Poe. Hay muchos libros que recopilan relatos de este autor, pero hay una edición en concreto con este título que me gustó bastante. Los relatos de este autor nunca defraudan y, sin duda, merece la pena ser leído.

-El vizconde demediado, de Italo Calvino. Es un libro cuya sinopsis llamó mucho mi atención: En el siglo XVII, el vizconde Medardo es partido en dos por una bala de cañón en la batalla contra los turcos, quedando las dos mitades de su cuerpo (una mala y una buena) viviendo por separado. Al principio, solo una de ellas regresa a su hogar.

-Los secretos del club Lázaro, de Tony Pollard. Una historia que ocurre en el Londres del siglo XIX con grandes dosis de misterio y suspense y además, se hace referencia a personajes históricos reales, siendo algunos personajes del propio libro.



Así es, algunas características de algunos de mis relatos aparecen reflejadas en mis novelas o también ocurre al contrario. Al estar escribiendo una novela sobre unos personajes o una época, tiendo a practicar en los relatos que escriba en ese momento estos factores.
Por ejemplo, justo antes de comenzar mi novela El Rostro en el Laúd, escribí un relato titulado Un puñado de relatos (aquí)con una estructura similar a la de la novela: la historia es narrada a través de varios puntos de vista. Y por otra parte, mientras trabajaba en Casos descartados, escribí algunos relatos del siglo XIX, como Una nube cautiva (aquí)


Quise escribir esta novela porque se me ocurrió mezclar dos elementos que me gustan bastante: la figura del juglar y el género de terror. Pensé: “Quiero hacer una historia de terror con un juglar” y esta fue la base de la que partió todo.

A partir de aquí fui construyendo la trama y le añadí otros factores sobre los que me encanta escribir, por ejemplo: contar la historia desde el punto de vista de varios personajes. Esta historia se cuenta a través de Julia y Luis (en la actualidad) y El juglar (desde el siglo XVI). Esta es la estructura de sus capítulos y así se va conformando el argumento.


Es complicado porque el terror en la literatura no es lo mismo que en el cine (con el que quizás estemos más familiarizados), que cuenta con elementos poderosos como la imagen o el sonido para “dar el susto” y evidentemente un libro no puede hacer uso de esto. Es necesario leer mucho sobre el género para aprender cuáles son las características principales para transmitir el miedo sobre el papel. Aunque el género de terror es muy amplio y El rostro en el laúd tiene un terror más enfocado al suspense y ese toque fantástico que viene dado por la leyenda del laúd. 

La historia está ubicada en un contexto real: la ciudad de Sevilla. El juglar comienza contando su historia en el siglo XVI. Desde hace un tiempo tenía mucho interés por escribir algo ubicado en este siglo. La historia de la ciudad de Sevilla es muy rica en esta época y había una serie de acontecimientos sobre los que quería escribir. Por ejemplo, la importancia del río Guadalquivir cuando era la puerta al Nuevo Mundo. Los barcos zarpaban del antiguo puerto de Sevilla hasta esas tierras y el propio músico narra que a la gente de la ciudad ya no le interesaban las historias “de siempre”, ellos quería conocer cómo era ese mundo más allá del mar y él intentaba aprenderlas de boca de quienes llegaban de los barcos para contarlas luego.

Mi interés por asistir a visitas culturales, monumentos, museos… siempre ha hecho que aprenda mucho sobre la historia y tras tener claro sobre qué escribir, he tenido bastantes fuentes donde acudir para documentarme.

Pero, por otro lado, sí que hay una parte en la historia de Sevilla muy oscura y profundizando más en este tema para hacer referencia en la novela, como dato histórico y como una característica que podía apoyar a una historia de terror, me impactó profundizar sobre este asunto. Hay un capítulo que me resultó duro de escribir que hace referencia a esto. Para la documentación de esta parte, incluso visité un edificio que prácticamente desconocía que estaba en la ciudad.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no se trata de una novela histórica

Creo que una de las características que define a esta novela es su estructura. Cada capítulo está contado a partir de los tres personajes que mencionaba y así se va conformando la trama. También creo que pueda hacerla especial esa mezcla de hacer una historia de terror sobre un juglar, no creo que sea un personaje típico de las historias de terror. Por otra parte, ya son varias las personas que me han comentado que por el ritmo “parece una película” y que el final les ha sorprendido.

¡Gracias! El Booktrailer de Casos Descartados tuvo dos etapas: el proceso de grabación, en el cual conté con el apoyo de un equipo de personas que me ayudaron mucho y el proceso de dibujo, animación y montaje que hice yo misma a partir de las imágenes grabadas y con una técnica que se llama rotoscopia.

Subí a un vídeo a Youtube donde se puede ver cómo se realizó el procedimiento (aquí).Para la grabación se preparó la caracterización de los personajes y se hicieron varias tomas siguiendo un storyboard para luego pasarlas a animación.


En Casos descartados se hace referencia al terror también aunque la novela no sea de este género. De hecho es una comedia policíaca. En esta historia, ubicada en el siglo XIX, el protagonista decide investigar los casos que son desechados por los agentes de la comisaría de la ciudad por tratarse de casos insólitos en los que están implicados espectros, médiums o maldiciones. Tenemos casos como “El caso del vaquero sin rostro”, “El caso del payaso fantasma” o “El caso de la flauta maldita”.

El protagonista no es un auténtico detective, pero decide hacerse cargo de estos casos, con sus particulares métodos, porque se siente responsable al tener su familia una importante vinculación con la comisaría. 

Casos descartados, aunque sea mi segunda novela publicada, es mi primera obra escrita. ¿Cuál ha sido más difícil? Pues son obras muy diferentes, sobre todo por el género. No me ha resultado especialmente más difícil escribir una que la otra, pero sí que es verdad que cuando escribí El rostro en el laúd ya había aprendido un método de trabajo, cómo organizarme mejor… ya tenía la experiencia de haber escrito una novela larga y eso sí que lo noté bastante a la hora de hacer ciertos planteamientos.


A la hora de escribir sobre un género siempre es recomendable conocerlo y leer sobre él. He leído sobre Sherlock Holmes, Poirot y otros detectives e historias policíacas. Me ha servido sobre todo por el aprendizaje. 

Considero que su punto fuerte es que es una novela ambientada en el lúgubre siglo XIX, pero está enfocada al humor, género que no suele ir de la mano con esta época. También creo que el protagonista es otro de sus puntos fuertes, pues es quien le da importancia a esos casos insólitos y es el responsable de dar a la novela ese punto de comedia por su forma de hacerles frente.   

Yo creo que esto depende del género o lo que les guste leer. Si se decantan por lecturas cortas, les invito a leer los microrrelatos y los relatos que tengo publicados en mi blog (aquí) y conocer un poco mi estilo.

Si son partidarios del terror y suspense, me gustarían que leyeran primero El rostro en el laúd, además esta novela tiene una versión digital en Amazon Kindle.

Si prefieren una historia de humor, sin duda, Casos descartados.


Así a bote pronto y echándole imaginación, los liberaría en algún lugar en los que pudiera caer en manos de algún productor o de alguien a quien pudiera interesarle llevarlos a la gran pantalla, je je je.

¡Esto ha sido todo! ¿Os ha gustado la entrevista? Agradezco a M. A. sus respuestas. Lo que queda de mes y parte de mayo, encontraréis su libro en el lateral derecho de mi blog. Además, podéis visitarla en la Sala de Espejos (aquí) tantas veces como gustéis.